Apocalipsis 6:1-8
El capítulo 6 de Apocalipsis inicia con la
apertura de los sellos del rollo que estaba en la mano derecha de Dios.
El Cordero, o sea Jesucristo, es el único
digno de desatar los sellos para poder abrir el libro.
Este libro había estado sellado desde que
Dios reveló estas cosas al profeta Daniel y le dio la orden de sellarlo hasta
que llegara el tiempo señalado, o sea, el tiempo del fin: ¨Pero tú, Daniel,
cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán
de aquí para allá, y la ciencia se aumentarᨠ(Daniel 12:4). Así que esto nos dice
que desde el día que se le dio a Juan el Apocalipsis, estamos en el tiempo del
fin.
Lo que se va a revelar a partir del
capítulo 6 de Apocalipsis corresponde a los hechos que marcarán el fin de este
orden mundano. La apertura de los primeros cuatro sellos del libro que estaba
en la mano derecha de Dios en el trono, inicia con la aparición de cuatro raros
jinetes a los que se les ha llamado Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Se
refiere a los hechos de la historia de la humanidad, del pasado, del presente y
del futuro, podríamos decir que representa el gobierno del hombre hasta que
Cristo venga.
Esto es algo que ocurre en la tierra. Cada
uno de estos jinetes es presentado a Juan de parte de uno de los cuatro seres
vivientes. Si pensáramos que estos cuatro seres representan los cuatro puntos
cardinales, entonces podríamos decir que lo que nos están indicando es que todo
el planeta estará sometido a estos monstruos que entrarán en escena.
Esta escena de Apocalipsis está de acuerdo
con lo que encontramos en Zacarías 1: 8-10, que dice: ¨Vi de noche, y he aquí
un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán, el cual estaba entre los mirtos
que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos y
blancos. Entonces dije: ¿Qué son éstos, señor mío? Y me dijo el ángel que
hablaba conmigo: Yo te enseñaré lo que son éstos. Y aquel varón que estaba
entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que Jehová ha enviado a
recorrer la tierra. Y ellos hablaron a aquel ángel de Jehová que estaba entre
los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí toda la tierra está
reposada y quieta¨.
Estas imágenes han sido motivo de
inspiración para muchos artistas plásticos y para la creación de películas de
terror. Un cuadro muy parecido a este de los cuatro jinetes lo vemos también en
el mismo libro de Zacarías en el capítulo 6, donde aparecen cuatro carros
tirados por caballos, y cada carro tiene caballos de diferentes colores, y que
de alguna manera están asociados a estos cuatro jinetes de Apocalipsis.
En verdad los jinetes del Apocalipsis
presagian calamidades mayúsculas para el mundo, son mensajeros de muerte. Es
cierto que los males que estos jinetes representan han estado presentes en el
mundo desde que entró el pecado en el hombre, pero el hecho de que aparezcan
aquí de manera especial indica una actividad como nunca antes se ha visto en la
historia. Basta echar un vistazo a la historia universal para darse cuenta que
las calamidades descritas en estas escenas dantescas, han ido arreciando su participación
en el planeta con el paso de los años, creando nuevas y más sofisticadas
maneras de infringir daño. A estos jinetes se unen el crimen de toda clase,
como el narcotráfico, el terrorismo y todo tipo de intento del hombre por
imponer su voluntad por encima de toda ley.
Veamos el significado de cada uno de estos
jinetes:
1.- El Jinete del Caballo Blanco.
No se puede confundir este primer jinete
con el jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, que representa a Jesucristo
en todo su poderío como rey. Ninguno de estos jinetes del capítulo 6 de
Apocalipsis representa a Jesucristo. Este jinete del capítulo 6 es más bien una
antítesis del jinete verdadero que aparece en el capítulo 19. Este jinete del
caballo blanco de Apocalipsis 6 representa más bien a los conquistadores del
mundo que han surgido al través del tiempo con la intención de someter al mundo
bajo su dominio.
Este jinete representa a los reyes,
emperadores, dictadores y gobernantes del mundo que se pueden identificar en la
historia. La corona en su cabeza implica el dominio que tienen sobre los demás.
Este jinete representa a las grandes empresas invasoras, a las grandes batallas
que se han librado para imponer el poder a los hombres. Es la lucha del hombre
por el hombre, el dominio del hombre sobre sus semejantes, que ha dado origen a
los grandes imperios de la tierra y que
ha forjado la civilización tal como la conocemos hoy.
Este jinete del caballo blanco del
capítulo 6 representa a los gobernantes de la tierra a los que Jesús se refirió
de forma negativa: ¨Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los
gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes
ejercen sobre ellas potestad¨ (Mateo 20:25). Este tipo de gobierno no es del
agrado del Señor, por lo que podemos ver. Así que este jinete no representa el
ideal de Dios, aun cuando él se sirva de este tipo de gobernantes en muchos
momentos de la historia, y hasta nos mande a respetar y obedecer a las
autoridades establecidas: ¨Sométase toda persona a las autoridades superiores;
porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas¨ (Romanos 13:1). Pero, aunque Dios no esté de acuerdo con el modo
arbitrario como el hombre impone su poder en el mundo, sí está de acuerdo que
debe haber algún tipo de gobierno en este mundo, hasta que él venga; ya que de
lo contrario reinaría el caos y la anarquía.
En la expresión ¨salío venciendo y para
vencer¨ de Apocalipsis 6:2, podemos ver que este jinete del caballo blanco es
un personaje que va a la conquista del poder, el arco representa su actitud
guerrerista para lograr sus fines, y esto habla de las grandes conflagraciones
bélicas que se han suscitado en el mundo.
Ningún cristiano que esté de alguna manera
involucrado en los procesos políticos del mundo debería ignorar el retrato que
se hace aquí de un gobernante ávido de poder y gloria personal. Este personaje
es una muestra de hasta dónde puede llegar la codicia humana en procura de
ejercer autoridad sobre los demás. El jinete del caballo blanco de Apocalipsis
6 es un personaje envanecido en su lucha por lograr el poder, y va en busca de
él a todo costo y con una saña diabólica.
Este primer jinete es el que desata la
aparición de los otros tres jinetes. Con esto queremos decir que este jinete es
el principal causante de la mayoría de los males acaecidos en el mundo, como
secuela de la guerra; nos referimos a las masacres, pestes, hambrunas y
genocidios, que a grandes rasgos es lo que representan los demás jinetes. Este
primer caballo blanco arrastra consigo a los otros tres jinetes que terminarán
de completar la obra macabra que el primero ha iniciado.
2.- El Jinete del Caballo Rojo.
La apertura del segundo sello da lugar al
jinete del caballo bermejo o rojo. Este jinete es el emisario de muerte del
primer jinete, este es el responsable de desatar las guerras en el mundo, de
crear conflictos que darán al traste con el mundo, por medio de grandes
derramamientos de sangre.
Las guerras han sido un flagelo que ha
provocado maldad sin cuento en la tierra. Según cifras que se manejan,
solamente a partir del año 1700 DC, en el mundo ha habido más de 100 millones
de muertos por causa de las guerras, y el 90% de estas víctimas han ocurrido
sólo en el Siglo XX. Solamente en la primera y segunda guerra mundial hubo
alrededor de 88 millones de víctimas.
Este jinete que lleva la espada tiene la
encomienda de provocar pleitos, contiendas y disensiones entre los hombres, a
fin de que se maten unos a otros. Es como un demonio que incita a la humanidad
a pelearse unos contra otros. Este jinete representa una fuerza del mal que
está activa en el mundo con el propósito de hacerle la vida imposible al hombre
sobre el planeta. Cuando miramos las noticias nos damos cuenta de qué manera
este jinete se cumple en la vida de nuestro mundo hoy más que nunca.
A este jinete lo vemos activo en todo tipo
de desavenencia que termina de manera sangrienta. A esto se refirió Santiago en
su carta, cuando dice: ¨¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre
vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros
miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis
alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís¨
(Santiago 4:1,2). Hay un poder maligno escondido muy cerca de nosotros que se
nutre de nuestras bajas pasiones y que hace su aparición cuando permitimos que
estos malos sentimientos se aniden en nuestro corazón.
3.- El Jinete del Caballo Negro.
El jinete del caballo negro representa el
hambre y la crisis económica que se manifiesta en el mundo después de la
guerra. Como consecuencia de la guerra vienen las precariedades en el mundo. El
mundo quedó devastado después de la segunda guerra mundial, y principalmente el
continente europeo. Las consecuencias económicas de la segunda guerra mundial
fueron cruciales para el deterioro del continente europeo. Sus ciudades y
campos de cultivo quedaron destruidos, resultando todo esto en un gran caos,
que de no haber sido por la intervención de los Estados Unidos, hubiera sido
imposible sacar a este continente de la miseria. Precisamente, producto de su
participación protagónica en la segunda guerra mundial, los Estados Unidos
lograron consolidarse como potencia mundial.
Además, como resultado de esta gran
conflagración bélica, se creó una institución mundial con el propósito de
evitar que el mundo volviera de nuevo a enfrentarse a una situación de tal
magnitud, nos referimos a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Quiero
resaltar un hecho importante con relación a la ONU, y es que, en los jardines
de sus edificaciones en Nueva York, se puede ver una escultura que representa a
un hombre martillando un arma de guerra para convertirla en instrumento de labranza.
Esta es una obra del escultor ruso Yevgeny Viktorovich Vuchetich, y la
Federación Rusa la regaló a este organismo internacional. Lo interesante de
todo esto es que esta obra escultórica de grandes proporciones está inspirada
en Miqueas 4:3: ¨Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones
poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus
lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más
para la guerra¨. Esta es una muestra de cómo el hombre está convencido de la
triste realidad que representa el flagelo de la guerra.
Si la humanidad se volviera a enfrascar en
una tercera guerra mundial, las consecuencias resultarían en una aniquilación
total. Por eso creemos que el intento de una tercera guerra mundial lo será la
guerra de Armagedón, la cual será frustrada por la segunda venida de Cristo,
quien vendrá para neutralizar las fuerzas del anticristo y dar paso a un nuevo
orden mundial, donde el verdadero jinete del caballo blanco reinará en el mundo
por mil años.
Este jinete del caballo negro nos habla de
un tiempo tan precario en el mundo, que todo será racionado para poder
sobrevivir. En muchas películas que se han hecho podemos apreciar qué pasaría
en el mundo si faltara el alimento en la proporción que es posible conseguirlo
hoy. Podría llegar un tiempo en el que aún con el dinero no se encontraría
comida a la manera como la conseguimos hoy. Yo diría que cada uno de estos
jinetes representan situaciones extremas de calamidad en el mundo, que en un
momento dado se ha presentado y se podría presentar aún.
4.- El Jinete del Caballo Amarillo.
La más mortífera de las imágenes la
tenemos en el jinete del caballo amarillo, el cual deja tras sí una estela de
mortandad violenta, de peste mortífera y un salvajismo en todos los ámbitos de
la tierra. Es como si en este jinete se juntaran los otros tres al mismo
tiempo, asestando un último golpe a la humanidad: ¨Miré, y he aquí un caballo
amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y
le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada,
con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra¨ (Apocalipsis 6:8).
La aparición de este jinete es fatal para
el mundo, pues provocará más muertes que todos los demás juntos.
En el Siglo VI d.C. se registró una de las
epidemias más mortíferas conocidas por el hombre, específicamente en
Constantinopla, provocando la muerte de más de la mitad de la población. Fue
muy desastrosa también la llamada peste negra, que alcanzó a Europa desde China
en 1348. Otras pestes mortíferas que han diezmado la población mundial son la
peste bubónica y la peste neumónica; esta última una de las enfermedades más
infecciosas y mortales, tanto que sus víctimas morían tres días después de la
aparición de su brote. En el país de Haití, vecino de República Dominicana,
hemos visto en los últimos años como el cólera ha sido el responsable de casi
cinco mil muertos y decenas de miles hospitalizados.
Más de 35 millones de personas han muerto
por causa de la epidemia del Sida, y en toda la historia de esta enfermedad,
alrededor de 77 millones de personas se han infectado. Y los datos serían
interminables para hablar de lo que este jinete del caballo amarillo representa
para el mundo.
Frente a todo esto, uno pensaría que esto
sería suficiente para que el hombre se volviera a Dios, pero no es así.
Lamentablemente, en vez de la humanidad acercarse a Dios humillada, hoy vemos
como abiertamente los hombres desafían todo lo que ha sido establecido por el
Creador, y viven vidas réprobas en el mundo, sin ningún pudor. Por eso creemos
que la actividad de estos jinetes se hará cada día más latente en el mundo,
pues el hombre cada día se aparta más de Dios.
Mi consejo para los creyentes es que cada
día nos aferremos más a nuestra fe y nos apartemos de las cosas del mundo.
Sermón
predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 26 de
Agosto de 2012.
VEA EL VÍDEO DE ESTE MENSAJE:
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