martes, 28 de agosto de 2012

LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS

Apocalipsis 6:1-8
     
     El capítulo 6 de Apocalipsis inicia con la apertura de los sellos del rollo que estaba en la mano derecha de Dios.

     El Cordero, o sea Jesucristo, es el único digno de desatar los sellos para poder abrir el libro.

     Este libro había estado sellado desde que Dios reveló estas cosas al profeta Daniel y le dio la orden de sellarlo hasta que llegara el tiempo señalado, o sea, el tiempo del fin: ¨Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentarᨠ(Daniel 12:4). Así que esto nos dice que desde el día que se le dio a Juan el Apocalipsis, estamos en el tiempo del fin.

     Lo que se va a revelar a partir del capítulo 6 de Apocalipsis corresponde a los hechos que marcarán el fin de este orden mundano. La apertura de los primeros cuatro sellos del libro que estaba en la mano derecha de Dios en el trono, inicia con la aparición de cuatro raros jinetes a los que se les ha llamado Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Se refiere a los hechos de la historia de la humanidad, del pasado, del presente y del futuro, podríamos decir que representa el gobierno del hombre hasta que Cristo venga.

     Esto es algo que ocurre en la tierra. Cada uno de estos jinetes es presentado a Juan de parte de uno de los cuatro seres vivientes. Si pensáramos que estos cuatro seres representan los cuatro puntos cardinales, entonces podríamos decir que lo que nos están indicando es que todo el planeta estará sometido a estos monstruos que entrarán en escena.

     Esta escena de Apocalipsis está de acuerdo con lo que encontramos en Zacarías 1: 8-10, que dice: ¨Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán, el cual estaba entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos. Entonces dije: ¿Qué son éstos, señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré lo que son éstos. Y aquel varón que estaba entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que Jehová ha enviado a recorrer la tierra. Y ellos hablaron a aquel ángel de Jehová que estaba entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta¨.

     Estas imágenes han sido motivo de inspiración para muchos artistas plásticos y para la creación de películas de terror. Un cuadro muy parecido a este de los cuatro jinetes lo vemos también en el mismo libro de Zacarías en el capítulo 6, donde aparecen cuatro carros tirados por caballos, y cada carro tiene caballos de diferentes colores, y que de alguna manera están asociados a estos cuatro jinetes de Apocalipsis.

     En verdad los jinetes del Apocalipsis presagian calamidades mayúsculas para el mundo, son mensajeros de muerte. Es cierto que los males que estos jinetes representan han estado presentes en el mundo desde que entró el pecado en el hombre, pero el hecho de que aparezcan aquí de manera especial indica una actividad como nunca antes se ha visto en la historia. Basta echar un vistazo a la historia universal para darse cuenta que las calamidades descritas en estas escenas dantescas, han ido arreciando su participación en el planeta con el paso de los años, creando nuevas y más sofisticadas maneras de infringir daño. A estos jinetes se unen el crimen de toda clase, como el narcotráfico, el terrorismo y todo tipo de intento del hombre por imponer su voluntad por encima de toda ley.

     Veamos el significado de cada uno de estos jinetes:

1.- El Jinete del Caballo Blanco.

     No se puede confundir este primer jinete con el jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, que representa a Jesucristo en todo su poderío como rey. Ninguno de estos jinetes del capítulo 6 de Apocalipsis representa a Jesucristo. Este jinete del capítulo 6 es más bien una antítesis del jinete verdadero que aparece en el capítulo 19. Este jinete del caballo blanco de Apocalipsis 6 representa más bien a los conquistadores del mundo que han surgido al través del tiempo con la intención de someter al mundo bajo su dominio.

     Este jinete representa a los reyes, emperadores, dictadores y gobernantes del mundo que se pueden identificar en la historia. La corona en su cabeza implica el dominio que tienen sobre los demás. Este jinete representa a las grandes empresas invasoras, a las grandes batallas que se han librado para imponer el poder a los hombres. Es la lucha del hombre por el hombre, el dominio del hombre sobre sus semejantes, que ha dado origen a los grandes imperios de la tierra y   que ha forjado la civilización tal como la conocemos hoy.

     Este jinete del caballo blanco del capítulo 6 representa a los gobernantes de la tierra a los que Jesús se refirió de forma negativa: ¨Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad¨ (Mateo 20:25). Este tipo de gobierno no es del agrado del Señor, por lo que podemos ver. Así que este jinete no representa el ideal de Dios, aun cuando él se sirva de este tipo de gobernantes en muchos momentos de la historia, y hasta nos mande a respetar y obedecer a las autoridades establecidas: ¨Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas¨ (Romanos 13:1). Pero, aunque Dios no esté de acuerdo con el modo arbitrario como el hombre impone su poder en el mundo, sí está de acuerdo que debe haber algún tipo de gobierno en este mundo, hasta que él venga; ya que de lo contrario reinaría el caos y la anarquía.

     En la expresión ¨salío venciendo y para vencer¨ de Apocalipsis 6:2, podemos ver que este jinete del caballo blanco es un personaje que va a la conquista del poder, el arco representa su actitud guerrerista para lograr sus fines, y esto habla de las grandes conflagraciones bélicas que se han suscitado en el mundo.

     Ningún cristiano que esté de alguna manera involucrado en los procesos políticos del mundo debería ignorar el retrato que se hace aquí de un gobernante ávido de poder y gloria personal. Este personaje es una muestra de hasta dónde puede llegar la codicia humana en procura de ejercer autoridad sobre los demás. El jinete del caballo blanco de Apocalipsis 6 es un personaje envanecido en su lucha por lograr el poder, y va en busca de él a todo costo y con una saña diabólica.

     Este primer jinete es el que desata la aparición de los otros tres jinetes. Con esto queremos decir que este jinete es el principal causante de la mayoría de los males acaecidos en el mundo, como secuela de la guerra; nos referimos a las masacres, pestes, hambrunas y genocidios, que a grandes rasgos es lo que representan los demás jinetes. Este primer caballo blanco arrastra consigo a los otros tres jinetes que terminarán de completar la obra macabra que el primero ha iniciado.

2.- El Jinete del Caballo Rojo.

     La apertura del segundo sello da lugar al jinete del caballo bermejo o rojo. Este jinete es el emisario de muerte del primer jinete, este es el responsable de desatar las guerras en el mundo, de crear conflictos que darán al traste con el mundo, por medio de grandes derramamientos de sangre.

     Las guerras han sido un flagelo que ha provocado maldad sin cuento en la tierra. Según cifras que se manejan, solamente a partir del año 1700 DC, en el mundo ha habido más de 100 millones de muertos por causa de las guerras, y el 90% de estas víctimas han ocurrido sólo en el Siglo XX. Solamente en la primera y segunda guerra mundial hubo alrededor de 88 millones de víctimas.

     Este jinete que lleva la espada tiene la encomienda de provocar pleitos, contiendas y disensiones entre los hombres, a fin de que se maten unos a otros. Es como un demonio que incita a la humanidad a pelearse unos contra otros. Este jinete representa una fuerza del mal que está activa en el mundo con el propósito de hacerle la vida imposible al hombre sobre el planeta. Cuando miramos las noticias nos damos cuenta de qué manera este jinete se cumple en la vida de nuestro mundo hoy más que nunca.

     A este jinete lo vemos activo en todo tipo de desavenencia que termina de manera sangrienta. A esto se refirió Santiago en su carta, cuando dice: ¨¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís¨ (Santiago 4:1,2). Hay un poder maligno escondido muy cerca de nosotros que se nutre de nuestras bajas pasiones y que hace su aparición cuando permitimos que estos malos sentimientos se aniden en nuestro corazón.

3.- El Jinete del Caballo Negro.

     El jinete del caballo negro representa el hambre y la crisis económica que se manifiesta en el mundo después de la guerra. Como consecuencia de la guerra vienen las precariedades en el mundo. El mundo quedó devastado después de la segunda guerra mundial, y principalmente el continente europeo. Las consecuencias económicas de la segunda guerra mundial fueron cruciales para el deterioro del continente europeo. Sus ciudades y campos de cultivo quedaron destruidos, resultando todo esto en un gran caos, que de no haber sido por la intervención de los Estados Unidos, hubiera sido imposible sacar a este continente de la miseria. Precisamente, producto de su participación protagónica en la segunda guerra mundial, los Estados Unidos lograron consolidarse como potencia mundial.

     Además, como resultado de esta gran conflagración bélica, se creó una institución mundial con el propósito de evitar que el mundo volviera de nuevo a enfrentarse a una situación de tal magnitud, nos referimos a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Quiero resaltar un hecho importante con relación a la ONU, y es que, en los jardines de sus edificaciones en Nueva York, se puede ver una escultura que representa a un hombre martillando un arma de guerra para convertirla en instrumento de labranza. Esta es una obra del escultor ruso Yevgeny Viktorovich Vuchetich, y la Federación Rusa la regaló a este organismo internacional. Lo interesante de todo esto es que esta obra escultórica de grandes proporciones está inspirada en Miqueas 4:3: ¨Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra¨. Esta es una muestra de cómo el hombre está convencido de la triste realidad que representa el flagelo de la guerra.

     Si la humanidad se volviera a enfrascar en una tercera guerra mundial, las consecuencias resultarían en una aniquilación total. Por eso creemos que el intento de una tercera guerra mundial lo será la guerra de Armagedón, la cual será frustrada por la segunda venida de Cristo, quien vendrá para neutralizar las fuerzas del anticristo y dar paso a un nuevo orden mundial, donde el verdadero jinete del caballo blanco reinará en el mundo por mil años.

     Este jinete del caballo negro nos habla de un tiempo tan precario en el mundo, que todo será racionado para poder sobrevivir. En muchas películas que se han hecho podemos apreciar qué pasaría en el mundo si faltara el alimento en la proporción que es posible conseguirlo hoy. Podría llegar un tiempo en el que aún con el dinero no se encontraría comida a la manera como la conseguimos hoy. Yo diría que cada uno de estos jinetes representan situaciones extremas de calamidad en el mundo, que en un momento dado se ha presentado y se podría presentar aún.

4.- El Jinete del Caballo Amarillo.

     La más mortífera de las imágenes la tenemos en el jinete del caballo amarillo, el cual deja tras sí una estela de mortandad violenta, de peste mortífera y un salvajismo en todos los ámbitos de la tierra. Es como si en este jinete se juntaran los otros tres al mismo tiempo, asestando un último golpe a la humanidad: ¨Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra¨ (Apocalipsis 6:8).

     La aparición de este jinete es fatal para el mundo, pues provocará más muertes que todos los demás juntos.
  
En el Siglo VI d.C. se registró una de las epidemias más mortíferas conocidas por el hombre, específicamente en Constantinopla, provocando la muerte de más de la mitad de la población. Fue muy desastrosa también la llamada peste negra, que alcanzó a Europa desde China en 1348. Otras pestes mortíferas que han diezmado la población mundial son la peste bubónica y la peste neumónica; esta última una de las enfermedades más infecciosas y mortales, tanto que sus víctimas morían tres días después de la aparición de su brote. En el país de Haití, vecino de República Dominicana, hemos visto en los últimos años como el cólera ha sido el responsable de casi cinco mil muertos y decenas de miles hospitalizados.

     Más de 35 millones de personas han muerto por causa de la epidemia del Sida, y en toda la historia de esta enfermedad, alrededor de 77 millones de personas se han infectado. Y los datos serían interminables para hablar de lo que este jinete del caballo amarillo representa para el mundo.

     Frente a todo esto, uno pensaría que esto sería suficiente para que el hombre se volviera a Dios, pero no es así. Lamentablemente, en vez de la humanidad acercarse a Dios humillada, hoy vemos como abiertamente los hombres desafían todo lo que ha sido establecido por el Creador, y viven vidas réprobas en el mundo, sin ningún pudor. Por eso creemos que la actividad de estos jinetes se hará cada día más latente en el mundo, pues el hombre cada día se aparta más de Dios.

     Mi consejo para los creyentes es que cada día nos aferremos más a nuestra fe y nos apartemos de las cosas del mundo.

Sermón predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 26 de Agosto de 2012.



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