domingo, 3 de octubre de 2010

LOS ANGELES


Hebreos 1:13,14.

¨Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?¨

Es mucho lo que podemos hablar del accionar de los ángeles, pues aparecen en el relato bíblico desde el principio hasta el final. Los ángeles jugarán un papel muy bien definido y decisivo en la segunda venida de Cristo. Pero es muy poco lo que la Biblia nos habla acerca de su origen. Tengamos en cuenta que la Biblia es un libro escrito para el hombre, habla del hombre y su relación con Dios, y abarca el tema de los ángeles por la intermediación de los mismos como mensajeros de Dios a favor o en contra de los hombres, según sea el caso.

En el día de hoy muchas personas tienen una idea equivocada acerca de los ángeles, y algunos grupos religiosos ponen un énfasis desmedido en estos seres, otorgándole una atención que puede llegar a ser peligrosa. La Biblia claramente nos advierte acerca de la habilidad de Satanás para presentarse como un ángel del cielo: ¨Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz¨ (2 Corintios 11: 14).

El negocio de los espiritistas, de los astrólogos, y de los boticarios es muy lucrativo cuando se habla de ángeles. Además existen tiendas especializadas en la comercialización de figuras de ángeles en todo tipo de material y en cualquier formato o tamaño, tanto para decorar la casa como para  llamar la suerte o sentirse resguardados por ellos. Dios es quien ha dotado al artista de su ingenio, pero el artista no glorifica a Dios cuando presta su talento para incentivar el cultivo de la adoración a los ángeles por medio de sus creaciones pintadas o esculpidas.

Si bien es cierto que los ángeles juegan un papel importante en la protección y cuidado de los hijos de Dios, pero cuando la Biblia se refiere a ellos, se está refiriendo a los ángeles de verdad, no a las figuras hechas por el hombre. Además, los ángeles no actúan por su propia cuenta, ni se les debe invocar, pues al único que debemos orar es a Dios en el nombre de Jesús: ¨En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo darᨠ(Juan 16:23). La oración modelo que Jesús enseñó a sus discípulos nos muestra que la oración se debe dirigir siempre y únicamente al Padre: ¨Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén¨ (Mateo 6:9-13).

Entonces podemos decir que es un pecado orar a los ángeles o a cualquiera otra persona o cosa. Se comete el pecado grave de idolatría cuando se ofrece culto a los ángeles, como es el caso de la celebración muy popular en nuestro país República Dominicana, donde la gente rinde culto a ¨san miguel¨. La Biblia es muy enfática en contra de esta práctica: ¨Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles" (Colosenses 2:18).

Con relación a este tema de los ángeles, veremos tres cosas:

1.- Origen de los Angeles.

Queremos tener cuidado, al hablar del origen de los ángeles, de no entrar en conjeturas. Aunque con relación al tema de Satanás y su caída, tema que abarcaremos en nuestro próximo sermón, es muy posible que tengamos que entrar en ciertas especulaciones y pensamientos o criterios muy personales para poder explicar ciertas cosas.

Lo primero que podemos saber acerca del origen de los ángeles es que no han existido siempre, pues son parte de la creación de Dios: ¨Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten¨ (colosenses 1:16,17). De acuerdo a este pasaje los ángeles son propiedad de Jesucristo, le pertenecen a él y deben obediencia a él, pues fueron creados ¨por él y para él¨, este es uno de los grandes motivos porqué los demonios se le tiene que sujetar.

Naturalmente que no podemos saber cuándo con exactitud fueron creados los ángeles, pero sí podemos darnos cuenta por lo que nos dice la Biblia que los ángeles estaban presentes en algún momento de la creación, pues leemos en Job 38: 4-7: ¨¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia.  ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios?¨. Pero es muy claro en la Biblia que los ángeles fueron creados primero que los hombres. 

Los ángeles son asexuales, no se reproducen como los humanos, pero son tantos que son incontables, podríamos decir que son como las estrellas de los cielos, millones de millones, y conforman el ejército de Dios. A esto se refirió Jesús cuando dijo: ¨¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?¨ (Mateo 26:53). 

Los ángeles son espíritus, no tienen cuerpo físico como los hombres, pero se pueden materializar y hacerse visibles y hasta tangibles, recordemos la lucha de Jacob con el ángel en Peniel (Génesis 32:24-30).

2.- Los Santos Angeles.

La palabra ángel viene del griego γγελος, y significa mensajero. Muchas veces en la escritura se usa esta misma palabra para referirse a personas humanas que hacen las veces de profetas o mensajeros de Dios, como es el caso de los ángeles de las iglesias en el libro de Apocalipsis, donde se refiere a los pastores de esas iglesias: ¨Escribe al ángel de la iglesia en Efeso¨ (Apocalipsis 2:1). Pero los ángeles en sí son un tipo de mensajero muy especial, pues son mensajeros, ministradores de Dios: ¨¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?¨ (Hebreos 1:14). En este sentido han sido usados como intermediarios entre Dios y los hombres, en el sentido que han traído a la humanidad mensajes departe de Dios, como es el caso del ángel Gabriel que fue enviado a María: ¨Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María¨ (Lucas 1:26,27).

Estos santos ángeles son los que según su propia voluntad permanecen fieles a Dios, contrario a los demonios, que son los ángeles caídos que siguieron a Satanás en su rebelión contra Dios. Los santos ángeles decidieron permanecer firmes en su lealtad a su Creador reconociéndolo como su Comandante en Jefe. Existe entonces una gran lucha permanente en el mundo invisible de los espíritus angelicales, cruentas batallas se libran entre los ángeles de Dios y los ángeles de Satanás. Así que muchas situaciones que ocurren en la tierra, se lidian primero en el mundo espiritual. Por eso el apóstol Pablo nos exhorta a estar conscientes de esta realidad : ¨ Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes¨ (Efesios 6:12). 

Cada persona parece tener un ángel que le es asignado por Dios. Por lo menos encontramos en la Biblia alusión a la creencia de las personas en los tiempos bíblicos respecto de que una persona tiene un ángel. Veamos el caso de Pedro: ¨Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta. Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel! Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos¨ (Hechos 12: 12-16).

Pero un caso que sin lugar a dudas se refiere a la realidad de que cada níño tiene un ángel asignado es el que encontramos en Mateo 18:1-10. Veamos el siguiente versículo de este pasaje que corrobora lo que decimos: ¨Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos¨ (Mateo 18:10). Es bueno leer todo el pasaje para entender a cabalidad esta enseñanza.

Pero esto debe ser tratado con mucho cuidado. No estamos diciendo que se haga algún esfuerzo por contactar a ese ángel, pues a quien debemos buscar siempre en adoración, alabanza y oración es a Dios. Si cada uno tiene un ángel, esto es asunto de Dios, y él sabrá cuando ponerlo en acción a favor nuestro. Cuando estemos en peligro inminente de seguro Dios obrará y de seguro ha obrado muchas veces al través de sus ángeles. Así lo vemos en la Biblia, por ejemplo, en el caso de Pedro que fue librado de la cárcel por un ángel: ¨Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él. Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él. Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba¨ (Hechos 12:5-11). 

Recordemos las palabras del salmo 91 que fueron usadas por Satanás para tentar a Jesús. Este pasaje nos habla del cuidado que Dios tiene de nosotros al través de sus ángeles: " Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra." (Salmo 91:11,12).   

Como ya hemos dicho, los ángeles son el ejército de Dios: ¨ Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad¨ (Salmos 103:20-21). En este sentido parecen estar organizados por jerarquías o rangos: querubines, arcángeles, serafines, etc. Pero es imposible en este sermón entrar en detalles acerca de este asunto, así que les recomiendo leer su Biblia y auxiliarse de un buen comentario para estudiar este asunto con más profundidad.

El Angel de Jehová en el Antiguo Testamento es un ángel especial que tipifica a Cristo.

Los ángeles traen mensajes a los hombre departe de Dios. Podemos hablar del caso de Daniel: ¨Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días¨ (Daniel 10:11-14). 

Vemos también en el Nuevo Testamento el caso del ángel Gabriel como el portador de las buenas nuevas del Salvador; los ángeles que dieron las nuevas a los pastores. Además vemos un sinnúmero de apariciones durante la vida y ministerio del Señor Jesús, como es el caso de cómo vinieron a servirle después de la tentación y también cómo le fortalecieron en Getsemaní. Vemos la presencia de los ángeles en la tumba vacía en la resurrección y en la ascensión. Luego en la vida de los apóstoles y la iglesia primitiva, como es el caso de Pablo en el barco, el caso de Cornelio que recibió un ángel en su casa que le dijo que mandara a buscar a Pedro. Y vemos en el Apocalipsis, una revelación de las últimas cosas que fue dado a Juan por medio de un ángel, y el protagonismo de los ángeles en todo este libro.

Los ángeles obran en la ejecución de los juicios temporales de Dios. un ejemplo de esto lo encontramos en 2 Samuel 24:15-18 cuando el ángel mata  a 70,000 hombres por el pecado de David: ¨Y Jehová envió la peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres. Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto a la era de Arauna jebuseo. Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que destruía al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre. Y Gad vino a David aquel día, y le dijo: Sube, y levanta un altar a Jehová en la era de Arauna jebuseo¨

 Es muy claro en la Biblia que los ángeles obrarán en la ejecución del Juicio final. En la parábola del trigo y la cizaña, narrada en Mateo 13:24-30, vemos esta realidad. Sólo hay que leer el libro de Apocalipsis para percatarnos de esta verdad.

3.- Los Angeles Caídos.

A los ángeles caídos se les llama demonios en la Biblia. Esta palabra proviene del griego daimonia, ¨espíritus malignos¨. Esto quiere decir que esta palabra nos ha llegado a nuestro idioma casi como una transliteración. Estos son los ángeles que hicieron caso a Satanás y desobedecieron a Dios. Se convirtieron en las ¨huestes espirituales de maldad en las regiones celestes¨, de las que habla Pablo en Efesios 6:12. Son comandados por el ¨príncipe de la potestad del aire¨, el mismo que mantiene al mundo impío e incrédulo en esclavitud: ¨Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás¨ (Efesios 2:2,3). 

Los ángeles caídos han sido expulsados del cielo y lanzados a las ¨tinieblas de afuera¨, para siempre ¨lejos de la gracia salvadora de Dios¨, no se pueden salvar. Están condenados para siempre, y su lugar definitivo será el Infierno en el día del juicio final junto con todos los seres humanos condenados.

Son famosas las posesiones demoníacas, hasta se han hecho grandes producciones cinematográficas como ¨El Exorcista¨ del director William Friedkin (1973). Una posesión demoníaca se diferencia de trastornos nerviosos o cerebrales, aunque también se puede confundir si la persona no es conocedora del tema. Jesús habló de las posesiones demoníacas no como enfermedad, sino como posesiones de espíritus malignos. Jesús hace diferencia entre lo que es una enfermedad y lo que es una posesión de demonios, pues él sanó personas de enfermedades y también echó fuera demonios, dos cosas muy diferentes.

No creo que Jesús fuera supersticioso, y cualquiera persona que analice su perfil sin prejuicios, tal y como lo vemos en la Biblia, tendrá que llegar a la conclusión de que Jesús era una persona completamente cabal y que sabía muy bien diferenciar una enfermedad de una posesión demoníaca.

Jesús echó fuera demonios, exorcizó personas y también los apóstoles lo hicieron. Hoy en día muchos creyentes han participado en actos donde personas poseídas por demonios son libradas en el nombre de Jesús. Los demonios huyen si son expulsados en el nombre de Jesús por un cristiano consagrado.

Los demonios alimentan el error e inducen a la gente al ocultismo. Así que todos aquellos que se relacionan con cualquiera forma de espiritismo, son caldo de cultivo para las posesiones y manifestaciones demoníacas. Es muy conocido el episodio que ocurre en algunos velatorios, donde la persona fallecida comienza hablar al través de alguien que está presente. Por lo que vemos en la Biblia, esto se trata de manipulaciones demoníacas para alimentar falsas creencias acerca del mundo de los muertos en inducir a la gente en la práctica de la necromancia que es como se llama el acto de consultar a los muertos. Pero Dios condena en su Palabra este tipo de actos: ¨ No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti¨ (Deuteronomio 18:10-12). 

Si usted desea agradar a Dios, debe apartarse de cualquier familiaridad con espíritus malignos, debe confesar sus pecados y venir a Cristo hoy.

Leandro González

Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 3 de Octubre de 2010.

EL AYUNO Y LA ORACION

Mateo 17:21

¨Pero este género no sale sino con oración y ayuno¨.

El ayuno y la oración son dos cosas que van de la mano. Nuestro Señor Jesús ayunó por cuarenta días y cuarenta noches antes de iniciar su ministerio. Durante su gran prueba en Getsemaní, poco antes de ser apresado, exhortó a sus discípulos acerca de la necesidad de orar: ¨Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil¨ (Mateo 26:40-41).  

Durante el período en el desierto, él estaba en preparación espiritual para la gran batalla que habría de librar contra Satanás y contra el mundo. Después de estar en ese tiempo de retiro en el desierto, un tiempo disciplinario muy importante en su carrera ministerial, el enemigo apareció en el escenario para tentarle. Y durante su lucha en el jardín de Getsemaní, él estaba resistiendo todo el peso del mundo que se agolpaba sobre él. Y fue por esta disposición de su alma, por depender absolutamente de su Padre Dios, que él pudo ser vencedor. Si Jesús siendo Dios tuvo que hacer esto, estando en el pellejo humano, esto significa que con más razón debemos hacerlo nosotros.

Hay una nota alentadora y revitalizadora en los relatos de la tentación en el desierto y en Getsemaní, y es que luego de la gran prueba, los ángeles estuvieron con él para servirle en el primer caso y para fortalecerle en el segundo. Este es el privilegio de los que reconocen su necesidad de Dios. El enviará a sus santos ángeles para que estén con nosotros en la hora de la dificultad.

Si en estas dos experiencias tan cruciales de su vida, el Señor Jesús tuvo éxito, fue debido al ayuno y la oración. Esto nos debe enseñar a nosotros una gran lección: Los creyentes podemos resistir al diablo y al mundo solamente con el ayuno y la oración. Este tiempo que pasamos con el Señor en retiro, reflexionando y orando, es el que nos capacitará para salir adelante en las pruebas que vendrán. No es con nuestra fuerza que vamos a vencer, sino con la fuerza de nuestro Señor.  El Espíritu Santo que está en nosotros se regocijará cada día más en nosotros cada vez que doblemos nuestras rodillas para orar y cada vez que tengamos la dichosa actitud de retirarnos en un tiempo de ayuno para buscar el rostro de Dios.

Veamos tres aspectos esenciales respecto de este tema:

 1.- Lo Que Significa el Ayuno Cristiano.

El ayuno fue una práctica constante en la vida de los grandes hombres de Dios, como Daniel, por ejemplo: ¨Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.
Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas¨ (Daniel 9: 3-5). 

El ayuno en la Biblia ocurre como una expresión de dolor y de arrepentimiento. Recordemos el caso de Nínive: ¨Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos. Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos? Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo¨ (Jonás 5: 5-10). Si este acto de contrición fue efectivo para un pueblo impío y malvado, de tal manera que Dios se arrepintió de enviarles el castigo que merecían, lo será mucho más para los creyentes que busquen con vehemencia el rostro de Dios.

Ayunar no es solamente dejar de comer, el ayuno es mucho más que eso, es un tiempo en el que nos apartamos de las labores cotidianas y habituales para dedicarnos cien por ciento a la búsqueda de Dios. Para lograr esto debemos hacer los arreglos de lugar previamente para que nada nos estorbe este tiempo tan significativo en nuestra vida. Lo debemos hacer con la mayor discreción posible. Pero es sensato que comuniquemos a nuestra esposa o a las personas que tienen que ver con nuestra alimentación, que no comeremos durante ese tiempo, para que no se preocupen.

No es necesario que digamos a nadie, si no es estrictamente necesario, que estamos ayunando, pues esto es algo muy personal. Para evitar que nos pregunten, debemos mantener bien nuestro semblante, es por esto que debemos estar en un lugar aparte para mayor privacidad. El Señor Jesús fue muy claro en el sentido de que el ayuno es un asunto entre el creyente y Dios: ¨Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público¨ (Mateo 6:16-18).

La Biblia no nos dice cuántas veces al año, o al mes o a la semana debemos ayunar, ni cuánto tiempo debe durar el ayuno cada vez, pero la Biblia sí enseña que el creyente debe ayunar: ¨Pero este género no sale sino con oración y ayuno¨ (Mateo 17:21). Lo que podemos ver en estas palabras del Señor Jesús es que el ayuno debe ser un tiempo de retiro especial. Esto no significa necesariamente que debe haber una razón especial para ayunar, aunque sí tendremos períodos en nuestra vida en los que sentiremos la necesidad imperiosa de apartarnos en oración y ayuno. Pero esto sí significa que el ayuno debe ser parte de la práctica habitual del creyente. No debemos descuidar el ayuno, no es algo que debemos hacer una vez al año, sino más frecuentemente.

La oración acompañada del ayuno, constituye un refuerzo poderoso a la hora de estar preparados espiritualmente para enfrentar al enemigo de nuestras almas y a sus secuaces. Así lo expresó el Señor frente al episodio de los discípulos que no pudieron echar fuera un demonio que atormentaba a un muchacho: ¨Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno¨ (Mateo 17:20,21).

2.- Lo Que Significa la Oración Para el Cristiano.

Es por medio de una oración que una persona puede confesar sus pecados a Dios cuando se arrepiente: ¨porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo¨ (Romanos 10:13). Sin esa oración de confesión consciente, ninguna persona podrá ser salva. Entonces la oración es algo crucial para el ser humano. La oración no es un asunto sólo para los que van a la iglesia o para los que viven una vida religiosa, sino que la oración es vital para todo ser humano que reconoce su necesidad de Dios. Siendo así, sentimos mucha pena por aquellos que nunca han considerado la necesidad de orar.

La oración es el vínculo que mantenemos entre nosotros y Dios. Orar es hablar con Dios. Entonces cuando oramos hablamos con Dios, y cuando no oramos no hablamos con él, descuidamos nuestro diálogo con Dios. La oración debe ser diaria, no así el ayuno. No tenemos ningún mandato bíblico que nos diga que debemos ayunar diariamente, pero sí uno que nos dice de la necesidad de orar siempre, en todo momento: ¨Orad sin cesar¨ (I Tesalonicenses 5:17). Por este motivo creemos que es imposible poder vivir la vida cristiana verdadera sin dedicar un tiempo prudente diario a la oración.

Debemos practicar la oración personal. Cada creyente debe orar diariamente. Así como nos alimentamos físicamente debemos alimentarnos espiritualmente con la oración, y esto por lo general va acompañado con la lectura y estudio de la Biblia. Esto es algo que se debe convertir en una costumbre si queremos tener buena salud espiritual. El Señor nos dice cuál debe ser nuestra actitud al orar: ¨Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público¨ (Mateo 6:5,6).

También podemos orar en grupo, tanto en los cultos en el templo y en las casas, pero nunca debemos orar en voz alta todos al mismo tiempo como malacostumbran muchos: ¨Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?¨ (I Corintios 14:23).

Orar no es repetir palabras ya aprendidas, esto es condenado por el Señor Jesús, y dice que los que hacen esto desconocen totalmente el propósito y sentido de la oración: ¨Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis¨ (Mateo 6:7).

La oración la vamos a utilizar hasta que Jesucristo venga. Después que estemos ya con él para siempre, no tendremos que usar este recurso. El himnólogo nos lo dice de forma poética:

Dulce oración, dulce oración,
Que aliento y gozo al alma das,
En esta tierra de aflicción
Consuelo siempre me serás.
Hasta el momento en que veré
Francas las puertas de Sión,
Entonces me despediré
Feliz de ti, dulce oración.
(Fragmento de ¨Dulce Oración¨ de Wm. B. Bradbury- de Himnos de Gloria, Cantos de Triunfo, Editorial Vida, Miami, Fl., 1976).

El descuido de la oración es fatal en la vida de un cristiano. Otro himnólogo nos lo dice de una forma tan tremenda, que vale la pena leerlo:
¡Oh qué amigo nos es Cristo!
El llevó nuestro dolor,
Y nos manda que llevemos
Todo a Dios en oración.
¿Vive el hombre desprovisto
De paz, gozo y santo amor?
Esto es porque no llevamos
Todo a Dios en oración.


¿Vives débil y cargado
De cuidados y temor?
A Jesús, refugio eterno,
Dile todo en oración.
¿Te desprecian tus amigos?
Cuéntaselo en oración;
En sus brazos de amor tierno
Paz tendrá tu corazón.


Jesucristo es nuestro amigo,
De esto prueba nos mostró,
Pues sufrió el cruel castigo
Que el culpable mereció.
El castigo de su pueblo
En su muerte él sufrió;
Cristo es un amigo eterno;
!Sólo en él confío yo!

(Himno ¨!Oh Qué Amigo Nos Es Cristo!¨, de Joseph Scriven, 1855. Himnario Bautista, Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, Texas, USA., 1994).

3.- Lo Que Producen en la Vida Estos Dos Ejercicios.

El ejercicio corporal es bueno, pero no es mejor que el ayuno y la oración: ¨porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera¨ (I Timoteo 4:8).  Esto quiere dejar dicho que el cristiano que dedica tiempo y calidad al ejercicio físico, pero descuida el ejercicio espiritual, está descuidando lo más importante. A estos les podríamos decir a modo de paráfrasis las palabras del Señor Jesús: ¨Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello¨ (Lucas 11:42).

Pero hay que tener cuidado con el ayuno y la arrogancia espiritual. El ayuno, siendo un recurso tan importante en la vida del cristiano,  puede convertirse en algo sin valor cuando no se hace con el sentido verdadero: ¨Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne¨ (Colosenses 2:23).

El ayuno es bueno para el alma y para el cuerpo. El cuerpo se desintoxica cuando ayunamos, se limpia de muchas impurezas. El alma se fortalece en su búsqueda de Dios, pues el ayuno es un tiempo de retiro espiritual en el que estamos concentrados y apartados de las cosas rutinarias. Por eso es bueno que escojamos para el ayuno un tiempo en el que no tengamos compromiso de trabajo, pues de esta manera nos podemos ir a un lugar apartado donde podamos estar todo ese tiempo leyendo la Biblia, meditando y orando.  

El apóstol Pablo incluso era partidario de la idea de que durante nuestro retiro espiritual nos abstengamos de las relaciones íntimas, no porque esto sea malo, sino porque no es conveniente para una mejor concentración en el ejercicio espiritual. Por eso él aconseja a los que somos casados, que este tiempo de retiro, sea por poco tiempo, de modo que no afecte nuestros deberes en la relación conyugal: ¨No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia¨ (1 Corintios 7:5). 

Aunque el ayuno es algo muy personal, en la iglesia se puede sugerir un tiempo en que todos los miembros aparten un día para el ayuno cada cierto tiempo. Esto será saludable para el cuidado espiritual de los hermanos y les enseñará lo provechoso de esta práctica para el cuidado integral de nuestras vidas.

Leandro González

Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 3 de octubre de 2010.